El 3 de diciembre de 2020 llegó nuestra hija Morena, después de 5h30 de trabajo de parto, en un parto soñado en la piscina de partos en nuestra casa. Todo lo que hemos vivido y sentido este día, todo el cuidado en cada visita y cada momento de embarazo y luego pos parto… fue muy importante y necesario para que esa experiencia fuera tan transformadora. Nos hemos sentido muy acompañados y respetados, acogidos y escuchados por nuestra súper comadrona Inma Marcos. Su firmeza y a la vez dulzura para explicar cada detalle, para sostenerme (Nathalia) durante el parto y sus palabras de cariño y confianza cuando pensaba que no podría ir más allá de mis límites fueron indispensables para que me sintiera capaz de parir y recibir a nuestra hija, Morena.
Me acuerdo siempre de sus palabras “tu cuerpo sabe parir, tus ancestra pudieron”, “el dolor es la fuerza con la cual tu cuerpo trabaja”, “bebé feliz”… y me emociono: la presencia, las palabras precisas, necesarias y las manos calientes de esta buena alma a servicio de la vida. Gracias por brindarnos algo tan especial, estaremos eternamente en gratitud contigo