[:es]Al final del siglo XX, la disminución de la mortalidad materna y neonatal se atribuyó al hecho de que el parto estuviera atendido en un medio hospitalario, pero eso no es del todo cierto. Las mejoras sociales y económicas de esa época en Europa son las que han contribuido a mejorar la salud de la población en general y la salud reproductiva (aquella relacionada con el embarazo, el parto y el postparto tanto de la mujer como del bebé) en particular. Las medidas higienicosanitarias actuales son muy diferentes de aquéllas que se tomaban cuando las mujeres daban a luz a principios del siglo XX. Han mejorado la salubridad del agua, la climatización de los domicilios, la calidad de los servicios sanitarios y la accesibilidad, las comunicaciones, la alimentación y los hábitos higiénicos. Todos estos factores, junto con los adelantos científicos y el seguimiento, por parte de los servicios de salud, de la mujer embarazada durante toda la gestación, han ayudado a disminuir las complicaciones relacionadas con el parto y el nacimiento.

Desde finales del siglo XX se ha empezado a cuestionar el hospital como única opción de parto seguro. La demanda de las mujeres occidentales de dar a luz en casa o en un entorno no hospitalario (casas de partos) ha crecido en los últimos años. En la Unión Europea, hay diferentes opciones para elegir el lugar donde dar a luz: parto domiciliario privado (España, por ejemplo), parto domiciliario coordinado por el equipo del hospital de referencia (Holanda, Reino Unido), parto hospitalario (hospital público o privado, clínicas privadas), parto en casas de partos o pequeñas unidades obstétricas dirigidas por comadronas u obstetras (Holanda, Alemania, por ejemplo). En general, en la UE, menos de un 1 % de los nacimientos tienen lugar en el domicilio, a excepción de países con políticas favorecedoras de esta opción, como el Reino Unido, donde un 3,5 % de los partos tiene lugar en casa, u Holanda, con una tasa de parto domiciliario del 35 %.

Parir en casa ofrece a las mujeres la posibilidad de vivir todo el proceso en un ambiente familiar e íntimo que favorece la autoconfianza y las empodera para dar a luz. La libertad de movimiento, libertad para expresarse para estar acompañadas de quien ellas deseen, libertad para beber y comer hacen que el parto se viva como un proceso normal, único y especial en la vida de cada mujer y cada bebé pero normal.

El parto en casa favorece la seguridad en cuanto al riesgo de infecciones: la mujer está rodeada de sus enseres y sus ropas, no se la somete a exploraciones innecesarias ni procedimientos invasivos.

Explorar miedos, resolver dudas, compartir emociones y sueños durante el embarazo vinculan a matronas y mujeres/familias con el objetivo de afrontar el parto juntas. La toma de decisiones durante todo el proceso es conjunta y la responsabilidad también es compartida.

La opción de parir en casa debería ser ofrecida a todas las mujeres con un embarazo normal. Néixer a casa ofrece la posibilidad de vivir el embarazo y el parto en el hogar con un grupo de comadronas capacitadas, atentas, respetuosas y no intervencionistas.

 


Bibliografia: 

 

Janssen PA, Saxell L, Page LA, Klein MC, Liston RM, Lee SK. Outcomes of planned home birth with registered midwife versus planned hospital birth with midwife or physician. CMAJ 2009;181:377-83.

Kenneth C Johnson and Betty-Anne Daviss.Outcomes of planned home births with certified professional midwives: large prospective study in North America. BMJ 2005;330:1416 (18 June)

Wax JR, Pinette MG, Cartin A. Home versus hospital birth–process and outcome. Obstet Gynecol Surv. 2010 Feb;65(2):132-40.

 


 

Si necesitas más información: E-mail de contacto: info@neixeracasa.com[:ca]

Al final del siglo XX, la disminución de la mortalidad materna y neonatal se atribuyó al hecho de que el parto estuviera atendido en un medio hospitalario, pero eso no es del todo cierto. Las mejoras sociales y económicas de esa época en Europa son las que han contribuido a mejorar la salud de la población en general y la salud reproductiva (aquella relacionada con el embarazo, el parto y el postparto tanto de la mujer como del bebé) en particular. Las medidas higienicosanitarias actuales son muy diferentes de aquéllas que se tomaban cuando las mujeres daban a luz a principios del siglo XX. Han mejorado la salubridad del agua, la climatización de los domicilios, la calidad de los servicios sanitarios y la accesibilidad, las comunicaciones, la alimentación y los hábitos higiénicos. Todos estos factores, junto con los adelantos científicos y el seguimiento, por parte de los servicios de salud, de la mujer embarazada durante toda la gestación, han ayudado a disminuir las complicaciones relacionadas con el parto y el nacimiento. 

Desde finales del siglo XX se ha empezado a cuestionar el hospital como única opción de parto seguro. La demanda de las mujeres occidentales de dar a luz en casa o en un entorno no hospitalario (casas de partos) ha crecido en los últimos años. En la Unión Europea, hay diferentes opciones para elegir el lugar donde dar a luz: parto domiciliario privado (España, por ejemplo), parto domiciliario coordinado por el equipo del hospital de referencia (Holanda, Reino Unido), parto hospitalario (hospital público o privado, clínicas privadas), parto en casas de partos o pequeñas unidades obstétricas dirigidas por comadronas u obstetras (Holanda, Alemania, por ejemplo). En general, en la UE, menos de un 1 % de los nacimientos tienen lugar en el domicilio, a excepción de países con políticas favorecedoras de esta opción, como el Reino Unido, donde un 3,5 % de los partos tiene lugar en casa, u Holanda, con una tasa de parto domiciliario del 35 %. 

Parir en casa ofrece a las mujeres la posibilidad de vivir todo el proceso en un ambiente familiar e íntimo que favorece la autoconfianza y las empodera para dar a luz. La libertad de movimiento, libertad para expresarse para estar acompañadas de quien ellas deseen, libertad para beber y comer hacen que el parto se viva como un proceso normal, único y especial en la vida de cada mujer y cada bebé pero normal.

El parto en casa favorece la seguridad en cuanto al riesgo de infecciones: la mujer está rodeada de sus enseres y sus ropas, no se la somete a exploraciones innecesarias ni procedimientos invasivos.

Explorar miedos, resolver dudas, compartir emociones y sueños durante el embarazo vinculan a matronas y mujeres/familias con el objetivo de afrontar el parto juntas. La toma de decisiones durante todo el proceso es conjunta y la responsabilidad también es compartida. 

La opción de parir en casa debería ser ofrecida a todas las mujeres con un embarazo normal. Néixer a casa ofrece la posibilidad de vivir el embarazo y el parto en el hogar con un grupo de comadronas capacitadas, atentas, respetuosas y no intervencionistas.

 


Bibliografia: 

 

Janssen PA, Saxell L, Page LA, Klein MC, Liston RM, Lee SK. Outcomes of planned home birth with registered midwife versus planned hospital birth with midwife or physician. CMAJ 2009;181:377-83.

Kenneth C Johnson and Betty-Anne Daviss.Outcomes of planned home births with certified professional midwives: large prospective study in North America. BMJ 2005;330:1416 (18 June)

Wax JR, Pinette MG, Cartin A. Home versus hospital birth–process and outcome. Obstet Gynecol Surv. 2010 Feb;65(2):132-40.

 


 

Si necesitas más información: E-mail de contacto: info@neixeracasa.com

Contacta con las comadronas:

Luci Alcaraz 656.594.895 – luci.alcaraz@neixeracasa.com
Roser García  654.765.965 – roser.garcia@neixeracasa.com
Raquel Faus  677.095.455 – raquel.faus@neixeracasa.com
Inma Marcos  600.719.901 – inma.marcos@neixeracasa.com

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